26 agosto, 2018

¿Qué características presenta el trastorno, Mutismo Selectivo?


El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas "de confianza" de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos).
En algunas ocasiones, el mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, ciudad, etc.). Sea como fuere, el mutismo selectivo puede resultar altamente incapacitante tanto en el terreno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa un problema a tratar.

¿Qué siente un niño con mutismo selectivo?

Los niños que presentan mutismo selectivo, sabemos de la gran variabilidad que pueden presentan en sus interacciones sociales. Algunos de ellos disfrutan activamente del contacto con los demás y juegan sin mayores problemas, sin embargo, hay otros que desarrollan con el amigo más cercano estrategias de comunicación alternativa (signos, miradas, gestos, etc.). Hay también otro grupo que considera la mayor parte de las interacciones sociales incómodas y no participan en absoluto. Por tanto, estamos delante un mismo trastorno que puede tomar diferentes niveles de expresión y afectación social. Algunos estudios parecen avalar la hipótesis de una posible relación entre mutismo selectivo en la niñez con fobia social en la etapa adulta, lo que les lleva a plantear una misma base común que tomaría formas diferentes. Esta base la constituirían factores de tipo ansiógenos ante situaciones sociales. No obstante, parece razonable considerar que el mutismo selectivo y la fobia social pueden compartir el supuesto de estar definidos por patrones de respuestas de ansiedad y en este sentido, constituir el primero un factor de vulnerabilidad en relación con el segundo en determinadas circunstancias, pero sin olvidar que entre ambos existen notables diferencias tanto en el contexto evolutivo como en relación con el sistema cognitivo.

¿Qué siente un adulto con mutismo selectivo?

Las personas que tienen mutismo selectivo sufren un incremento de la ansiedad en situaciones en las que se les puede llegar a pedir que hablen a determinadas personas. Es una ansiedad similar a la de una fobia. Como todos los fóbicos, quien la padece en ocasiones no denomina a lo que siente como "ansiedad", sino más bien lo describe como "malestar". Es una sensación interna alterada que resulta desagradable. La respiración se vuelve superficial, a veces sonora, el corazón aumenta su frecuencia y los músculos incrementan su tensión y así se van suscitando malestares orgánicos indeseados. Los adultos con mutismo selectivo sienten malestar o tensión ante la idea de tener que estar en la misma sala que otra persona a la que no le hablan, y mucho más si esta persona les hace directamente una pregunta o una opinión a intermediar, o les anima a que hablen. La ansiedad de la persona con mutismo selectivo se hace persistente dentro de esa situación ante la posibilidad de que en cualquier momento se le pida que hable y eso "aterroriza". Al retirarse del lugar en la que está la otra persona, la ansiedad comienza a desaparecer y se experimenta una sensación de alivio, que neuropsicológicamente es un reforzador. Esto es, la siguiente vez que la persona se encuentre ansioso va a recordar ese alivio y a buscarlo. Por lo tanto, la huida o la evitación del contacto con la otra persona o personas es cada vez más manifiesta. Otra característica habitual del adulto con mutismo selectivo es que se sienten deseosos de hablar, de comunicarse con normalidad con aquella persona a la que no le habla y tener una interacción fluida. El afectado sabe que su comportamiento no es normal y se siente mal por ello. Le gustaría poder hablar con fluidez, pero nota como su comunicación se queda bloqueada por una fuerza que es mayor que él. Esto puede sumirles en un estado de tristeza constante, que se intercala con ira, ya sea hacia sí mismos o hacia los demás.

Causas del mutismo selectivo en el adulto.

No se puede determinar que exista una causa concreta de este incremento de la ansiedad que genera el mutismo selectivo en adultos. Hemos visto que en ocasiones la causa comienza en la infancia o adolescencia. Son más raras las ocasiones en las que el mutismo selectivo arranca en la edad adulta porque hay una mayor estadística que el comienzo es en la etapa evolutiva de la niñez, ya presentando este tipo de trastorno en la comunicación. El niño o adolescente deja de hablar y obtiene una atención mayor por ese comportamiento nuevo, en el que se le solicita que hable y eso le otorga un papel de protagonista frente a los adultos. El mutismo selectivo en adultos puede ser aprendido por imitación de otras personas cercanas, que tendían a retirar la palabra a terceros cuando éstos hacían algo que les molestaba. Puede ser reforzado por convivir o relacionarse con otras personas que tienen una falta de habilidades en una comunicación asertiva.

Fuente: El liberal, Lic. Mariano Vega, Psiconeurólogo.
Edición de Marie Martínez- https://mutismoselectivo-textos.blogspot.com