13 agosto, 2019

COMPRENDIENDO LA ANSIEDAD Y SU PAPEL DE AYUDA A LA SUPERVIVENCIA.

La ansiedad es una reacción normal, con la que nos ha dotado la naturaleza, para ponernos a salvo cuando afrontamos algún peligro. La crisis de pánico o crisis de ansiedad es una reacción automática y refleja, cuya misión es ayudarnos a sobrevivir, y que se pone en marcha cuando percibimos un peligro grave e inminente.

Para comprender mejor la ansiedad y el pánico, suele ser útil analizarlos en sus tres niveles: el biológico, el cognitivo y el conductual.

COMPONENTE BIOLÓGICO DE LA ANSIEDAD: incluye las sensaciones internas que podemos notar cuando estamos nerviosos, como: temblor, mareo, taquicardia, flojedad en las piernas, etc.; que en las crisis de pánico alcanzan una intensidad mayor por el mecanismo del círculo vicioso. Las sensaciones temidas varían de unas personas a otras. Así, quienes temen sufrir un infarto, suelen temer las sensaciones de: taquicardia, palpitaciones, opresión o dolor en el pecho, etc.

COMPONENTE CONDUCTUAL DE LA ANSIEDAD: incluye la tendencia a evitar, huir, escapar, buscar ayuda y hacer cualquier cosa que pueda ayudarte a librarte del "peligro".

COMPONENTE COGNITIVO DE LA ANSIEDAD: se refiere principalmente al conjunto de creencias, pensamientos e imágenes, con contenido de peligro; la creencia de que las sensaciones temidas son algo terrible, que no puede soportarse. Estos pensamientos se producen en forma automática, es decir, involuntaria, una vez que se pone en marcha el círculo vicioso de la ansiedad.

Los tres componentes (el fisiológico, el conductual y el cognitivo) se hallan siempre presentes cuando se activa un estado de ansiedad, y cada uno de ellos influye en activar o desactivar a los otros. Pero se ha demostrado que el componente principal es el de los pensamientos, imágenes y creencias.

La activación de la crisis de ansiedad / estado de pánico o sistema de alarma es la reacción natural del organismo ante una amenaza grave e inminente que pone en peligro la supervivencia. Su objetivo es el de protegernos, preparándonos para la lucha, la huida o la búsqueda de ayuda.
La reacción de pánico ante una situación de peligro real, es un mecanismo de supervivencia que resulta muy evidente cuando los humanos tienen que afrontar formas de vida más peligrosas que la nuestra, como ocurría a nuestros antepasados, los hombres primitivos.
Pero, incluso en nuestro ambiente, a veces resulta esencial que al enfrentarnos con una amenaza vital reaccionemos en forma automática para ponernos a salvo.
Como es lógico, ese mecanismo -con el que nos ha dotado la naturaleza para ayudarnos a sobrevivir- no supone en sí mismo ningún peligro; es decir, el pánico no nos puede producir ningún daño. Esto se ha comprobado en numerosas investigaciones, y si tu problema persiste desde hace tiempo y has experimentado muchas crisis, habrás comprobado por ti mismo que nunca le han hecho ningún daño, más allá del miedo.
Así pues, la función del pánico es ponernos a salvo cuando nos hallamos ante un peligro real ya que, además de impulsarnos a huir o a buscar ayuda, también hace que aprendamos a evitar, en el futuro, las situaciones peligrosas que lo desencadenan.
El único problema con tus crisis de ansiedad es que tu reacción de alarma se pone en marcha sin que exista un peligro real. La pones en marcha tú mismo al interpretar como peligro unas sensaciones que son normales en la ansiedad, y que se incrementan porque aumenta tu ansiedad al pensar que estás en peligro.
Por eso, el principal objetivo de un tratamiento para el trastorno de ansiedad es que dejes de hacer falsas evaluaciones de peligro, para que no se active tu sistema de alarma-pánico cuando no te halles en situación de peligro real. Esto lo conseguiremos rompiendo la parte del círculo vicioso que te lleva a evaluar como amenazadoras las sensaciones normales que todos notamos cuando estamos nerviosos.

Cuando aprendas a experimentar esas sensaciones, sin hacer interpretaciones catastrofistas, ya no se producirá el círculo vicioso y, por tanto, tus sensaciones de ansiedad se mantendrán en los niveles normales y deseables que experimenta cualquier persona sana.

FUENTE: Guía para el paciente- El trastorno de pánico- ansiedad- Lic. Marcelo Agustín Mombelli.
Edición de Marie Martínez.
Cuadro descriptivo de la ansiedad