29 mayo, 2018

Duele aceptar el MS.

Muchas veces nos encontramos con dolor interno en pensar en las dificultades cotidianas con la que nuestro hijo MS debe atravezar.
No es fácil mirar todos los días hacia adelante. Muchas veces se flaquea en el camino.
Aceptar dificultades notorias y que le traen malos ratos, malos días, malos entendidos, desde el compañerismo hasta la realización de un examen escolar.
Desde no poder decirle "A" al pediatra que examine su garganta, hasta no animarse a entregar una esquela importante a su docente.
Desde caerle mal a un compañero por interpretar diferente a lo deseado las señas, hasta ofender a un amigo por no permitirle un beso en la mejilla, o a un abuelo por no agradecer un obsequio.

Ver a tu hijo poder reir con ruido, gritar con voz, ver que permitió el contacto físico de un docente de su escuela con un beso...se anuda en nuestra alma, porque el sentimiento se entrecruza con el avance y con la notoriedad de su dificultad.
Aunque todos los días buscamos mirar el vacio medio lleno, la realidad es que hay días en que se desnuda a ante nuestros ojos la realidad, y duele.
Aceptar las dificultades del conjunto de características del MS es un proceso, que solo requiere tiempo y amor.
Los días bellos están y los crudos también.
Solo se puede aceptar, unidos, con la meta tatuada en el corazón: un niño/adolescente feliz, comunicándose como sea, un paso a la vez.


Fuente: Edición de Marie Martínez- Argentina- https://mutismoselectivo-textos.blogspot.com/
Imagen web.