28 marzo, 2017

MUTISMO SELECTIVO EN ADULTOS.


El mutismo selectivo es un trastorno psicológico que se caracteriza porque la persona no habla ante situaciones sociales en las que se espera que establezca o continúe una conversación. Las personas que los sufren son perfectamente capaces de hablar en el idioma en el que se comunican con ellas, y entienden bien qué se les está diciendo. Sin embargo, no hablan. Esta falta de comunicación no es con todo el mundo, sino que es dirigida hacia una o varias personas, y con otras personas sí se mantiene una conversación normal.

Este trastorno tiene una baja incidencia en la población infantil y adolescente (según algunos estudios entre el 0,1 y el 1,9% de la población), y la incidencia es todavía más baja en adultos. Si bien, tanto las personas como el entorno del adulto con mutismo selectivo muestran un nivel de angustia muy alto, basado en que no entienden el motivo de esta decisión de no hablar a algunas personas específicas.

CARACTERÍSTICAS:

Los adultos que sufren mutismo selectivo presentan habitualmente las siguientes características:

– No hablan a determinadas personas, o si lo hacen es con frases muy cortas, usando en ellas una voz baja, entre dientes.
– En ocasiones, cuando hablan, suelen hacerlo mostrando irritación o ira.
– Tienen dificultad para mantener el contacto visual con las personas a las que no les hablan.
– Suelen tener una gesticulación facial muy baja. Habitualmente tienen lo que se denomina “cara de póker” que significa no mostrar en su rostro expresiones de alegría, sonrisa, sorpresa, tristeza u otras emociones, acentuado sobre todo ante las personas a las que no les hablan.
– Pueden no llegar a emitir ni siquiera expresiones sencillas, como pueda ser un saludo, una despedida, o una petición de paso en un pasillo estrecho, solicitar que le acerquen algo en la mesa, dar las gracias, advertir de un peligro, etc.
– Tratan de evitar las situaciones en las que hay muchedumbres, manifestaciones, o grupos de gente.
– Suelen evitar a algunas personas que se relacionan directamente con aquella/s a la/s que no le hablan. En ocasiones el mutismo selectivo se extiende también a estas otras personas.
– Suelen preferir las actividades solitarias en las que apenas se les requiere que se comuniquen con los demás.
– Tienen dificultad a la hora de hablar de sus propios sentimientos, sus emociones o las cosas que les preocupan.
– Su movimiento suele ser torpe y su motricidad fina (manipulación con los dedos o las manos) puede denotar nerviosismo por presentar temblores.
– Tienen una capacidad alta para concentrarse en tareas rutinarias que requieren de su atención y concentración.

¿Qué siente un adulto con mutismo selectivo?

Las personas que tienen mutismo selectivo sufren un incremento de la ansiedad en situaciones en las que se les puede llegar a pedir que hablen a determinadas personas. Es una ansiedad similar a la de una fobia. Como todos los fóbicos, quien la padece en ocasiones no denomina a lo que siente como “ansiedad”, sino más bien lo describe como “malestar”. Es una sensación interna alterada que resulta desagradable. La respiración se vuelve superficial, a veces sonora, el corazón aumenta su frecuencia y los músculos incrementan su tensión.
Podemos comparar esta sensación con la de una persona que tenga fobia a volar en avión. Se pondría nerviosa ante la sola idea de tener que hacer un viaje en avión, y mucho más si está dentro de un avión. Los adultos con mutismo selectivo sienten malestar o tensión ante la idea de tener que estar en la misma sala que otra persona a la que no le hablan, y mucho más si esta persona les hace directamente una pregunta, o les anima a que hablen.
La ansiedad de la persona con mutismo selectivo se hace persistente dentro de esa situación ante la posibilidad de que en cualquier momento se le pida que hable.
Al retirarse de la estancia en la que está la otra persona, la ansiedad comienza a desaparecer y se experimenta una sensación de alivio, que psicológicamente es un reforzador. Esto es, la siguiente vez que la persona se encuentre ansioso va a recordar ese alivio y a buscarlo. Por lo tanto, la huida del contacto con la otra persona o personas es cada vez más manifiesta.

Otra característica habitual del adulto con mutismo selectivo es que se sienten deseosos de hablar, de comunicarse con normalidad con aquella persona a la que no le habla y tener una interacción fluida. El afectado sabe que su comportamiento no es normal y se siente mal por ello. Le gustaría poder hablar con fluidez, pero nota como su comunicación se queda bloqueado por una fuerza que es mayor que él. Esto puede sumirles en un estado de tristeza constante, que se intercala con ira, ya sea hacia sí mismos o hacia los demás.

El tratamiento más eficaz para el mutismo selectivo en adultos es la terapia sistémica en la que un psicólogo especializado vea y oriente a las diferentes partes que están inmersas en este problema, además de la persona que sufre el mutismo selectivo. Un psicólogo con una orientación sistémica es el más adecuado para el tratamiento de pacientes con mutismo selectivo.
La terapia cognitivo-conductual es un tipo de terapia psicológica que da buenos resultados porque ofrece pautas concretas para reducir el nivel de malestar que experimenta la persona ante situaciones en las que se espera que hable. Desde un enfoque cognitivo-conductual el tratamiento es similar al que sigue una fobia.

Según lo expuesto hasta aquí, el tratamiento principal ha de ser psicólogico. Además, se recomienda que un médico evalúe al paciente, y valore la necesidad de acompañar el tratamiento psicológico con un tratamiento farmacológico que facilite el alcance de mejoras.

Fuente: Centro de Psicología Sanitaria de Valencia - España.
Edición por Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com