Mostrando las entradas con la etiqueta ansiedad adultos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ansiedad adultos. Mostrar todas las entradas

13 agosto, 2019

COMPRENDIENDO LA ANSIEDAD Y SU PAPEL DE AYUDA A LA SUPERVIVENCIA.

La ansiedad es una reacción normal, con la que nos ha dotado la naturaleza, para ponernos a salvo cuando afrontamos algún peligro. La crisis de pánico o crisis de ansiedad es una reacción automática y refleja, cuya misión es ayudarnos a sobrevivir, y que se pone en marcha cuando percibimos un peligro grave e inminente.

Para comprender mejor la ansiedad y el pánico, suele ser útil analizarlos en sus tres niveles: el biológico, el cognitivo y el conductual.

COMPONENTE BIOLÓGICO DE LA ANSIEDAD: incluye las sensaciones internas que podemos notar cuando estamos nerviosos, como: temblor, mareo, taquicardia, flojedad en las piernas, etc.; que en las crisis de pánico alcanzan una intensidad mayor por el mecanismo del círculo vicioso. Las sensaciones temidas varían de unas personas a otras. Así, quienes temen sufrir un infarto, suelen temer las sensaciones de: taquicardia, palpitaciones, opresión o dolor en el pecho, etc.

COMPONENTE CONDUCTUAL DE LA ANSIEDAD: incluye la tendencia a evitar, huir, escapar, buscar ayuda y hacer cualquier cosa que pueda ayudarte a librarte del "peligro".

COMPONENTE COGNITIVO DE LA ANSIEDAD: se refiere principalmente al conjunto de creencias, pensamientos e imágenes, con contenido de peligro; la creencia de que las sensaciones temidas son algo terrible, que no puede soportarse. Estos pensamientos se producen en forma automática, es decir, involuntaria, una vez que se pone en marcha el círculo vicioso de la ansiedad.

Los tres componentes (el fisiológico, el conductual y el cognitivo) se hallan siempre presentes cuando se activa un estado de ansiedad, y cada uno de ellos influye en activar o desactivar a los otros. Pero se ha demostrado que el componente principal es el de los pensamientos, imágenes y creencias.

La activación de la crisis de ansiedad / estado de pánico o sistema de alarma es la reacción natural del organismo ante una amenaza grave e inminente que pone en peligro la supervivencia. Su objetivo es el de protegernos, preparándonos para la lucha, la huida o la búsqueda de ayuda.
La reacción de pánico ante una situación de peligro real, es un mecanismo de supervivencia que resulta muy evidente cuando los humanos tienen que afrontar formas de vida más peligrosas que la nuestra, como ocurría a nuestros antepasados, los hombres primitivos.
Pero, incluso en nuestro ambiente, a veces resulta esencial que al enfrentarnos con una amenaza vital reaccionemos en forma automática para ponernos a salvo.
Como es lógico, ese mecanismo -con el que nos ha dotado la naturaleza para ayudarnos a sobrevivir- no supone en sí mismo ningún peligro; es decir, el pánico no nos puede producir ningún daño. Esto se ha comprobado en numerosas investigaciones, y si tu problema persiste desde hace tiempo y has experimentado muchas crisis, habrás comprobado por ti mismo que nunca le han hecho ningún daño, más allá del miedo.
Así pues, la función del pánico es ponernos a salvo cuando nos hallamos ante un peligro real ya que, además de impulsarnos a huir o a buscar ayuda, también hace que aprendamos a evitar, en el futuro, las situaciones peligrosas que lo desencadenan.
El único problema con tus crisis de ansiedad es que tu reacción de alarma se pone en marcha sin que exista un peligro real. La pones en marcha tú mismo al interpretar como peligro unas sensaciones que son normales en la ansiedad, y que se incrementan porque aumenta tu ansiedad al pensar que estás en peligro.
Por eso, el principal objetivo de un tratamiento para el trastorno de ansiedad es que dejes de hacer falsas evaluaciones de peligro, para que no se active tu sistema de alarma-pánico cuando no te halles en situación de peligro real. Esto lo conseguiremos rompiendo la parte del círculo vicioso que te lleva a evaluar como amenazadoras las sensaciones normales que todos notamos cuando estamos nerviosos.

Cuando aprendas a experimentar esas sensaciones, sin hacer interpretaciones catastrofistas, ya no se producirá el círculo vicioso y, por tanto, tus sensaciones de ansiedad se mantendrán en los niveles normales y deseables que experimenta cualquier persona sana.

FUENTE: Guía para el paciente- El trastorno de pánico- ansiedad- Lic. Marcelo Agustín Mombelli.
Edición de Marie Martínez.
Cuadro descriptivo de la ansiedad



29 septiembre, 2018

"¿Qué hago??? ¿Cómo salgo de esto??"

Desesperación. Sentir que la angustia no te deja respirar. El miedo a lo que vendrá te paraliza. Miles de preguntas y ninguna respuesta que te calme aparece.
 Es que no es el momento de responder preguntas. Es el momento de aceptar que tus emociones están sobredimensionadas y por eso, se desbordan. Nada de lo que decidas o pienses así, puede ser bueno.
 Quieres que esto se termine ya. Pero "ya" no es posible. Hace falta tiempo. No el tiempo de postergar todo indefinidamente. Tu tiempo.
Tiempo para estabilizarte. La única urgencia es esa:
 aceptar que esto no se termina ya, que no tienes por qué decidir qué hacer ahora, justamente ahora que no entiendes nada.
Si tus emociones son exageradas es porque hay pensamientos equivocados que las originan: "esto es terrible; no voy a poder seguir; nada tiene sentido; todo está mal; tengo que hacer algo; tengo que saber que quiero; estar confundido es malo"...

Nada es todo ni todo es nada. Ni nada ni todo es como "debe" ser. Las cosas simplemente son.
 Baja la terribilización. Tomá distancia de la situación. Poné el problema "en pausa".
Este no es el momento. No ahora.
Date tiempo. Tu tiempo. No hay una "agenda" con la que cumplir.
Cuando estés listo, tomarás la decisión. Cuando puedas pensar en varias opciones, y no en una única opción, entonces de verdad, estarás eligiendo, pensando sanamente.
Es "tu" problema. Es "tu" derecho resolverlo cuando estés listo. No ya.
Respeta tu derecho a no tener todo claro, a no estar siempre preparado, a no saber.

Cuando te das tiempo, la urgencia desaparece, y con ella, la desesperación.
 Se justo con vos. Eso sí es ya, ahora.

Fuente: Mirta Médici- Psicologa argentina.
Edición de Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com





23 septiembre, 2018

Crea experimentos de comportamiento para desafiar tus creencias autolimitantes.

Todos experimentamos creencias autolimitantes en un momento u otro. Tal vez piensas que no eres lo suficientemente bueno para obtener un ascenso. O tal vez estés convencido de que a nadie agradarás si realmente te conocen, etc.
Estas creencias autolimitantes se convertirán en profesías autocumplidas, a menos que las DESAFÍES. 

RECUERDA QUE TUS CREENCIAS NO SON NECESARIAMENTE CIERTAS.

Debes estar dispuesto a demostrarte a tí mismo que estás equivocado. Para esto, debes dar un paso a paso para desafiar tus creencias.
Cuando puedes ver la vida como una serie de experimentos de comportamiento, puedes desafiar a las creencias negativas que tienes sobre tí.

Fuente: Psicoterapeuta Amy Morín.
Adaptación al español y edición por Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com








21 septiembre, 2018

EFECTOS DE LA SOBREPROTECCIÓN INFANTIL A LA EDAD ADULTA.

Hay padres que no tienen claro hasta dónde se le puede exigir a un niño y les fomentan conductas más infantiles de lo que les corresponden. Otros padres, les hacen las tareas a sus hijos por comodidad, porque así acaban antes. Y otros les hacen la vida más fácil para evitar enfrentamientos y situaciones complicadas.
Se da también en un niño con alguna enfermedad, discapacidad o dificultad, se intenta meter al niño en una burbuja para que no siga sufriendo.

¿Qué consecuencias tiene la sobreprotección en la edad adulta?

Sentimientos de inutilidad y dependencia: si en lugar de sugerir y guiar, optamos por darlo todo solucionado, supervisar en exceso o imponer, no vamos a permitir que el niño desarrolle adecuadamente sus habilidades y capacidades, por lo que cuando sea adulto, es probable que aparezcan sentimientos de inutilidad y dependencia, que pueden favorecer que la autoestima sea baja y no tenga seguridad en si mismo, y por tanto, que se desarrolle una excesiva timidez y falta de habilidades sociales.
Miedos y conductas evitativas: el adulto, fruto de su inseguridad y su sentimiento de incapacidad, presentará miedo ante situaciones cotidianas que en realidad no suponen un peligro, perdiendo muchas oportunidades por su tendencia a no enfrentarse a los problemas ni a asumir responsabilidades.
Dejarse manipular, poca iniciativa, pasividad: tendrá más facilidad para dejarse llevar por el ambiente que le rodea y por las decisiones de los demás, tendiendo a tener una actitud más pasiva, en lugar de tomar la iniciativa y decidir por él mismo lo que le conviene o lo que desea. A la larga, esto también puede llevarle a un desinterés por las personas y las relaciones sociales.
Por otro lado, el haber crecido con escasos límites educacionales y obteniendo fácilmente todo lo que se ha deseado, puede implicar que en la edad adulta no se sepa dar valor a las cosas ni se tolere la frustración, apareciendo conductas algo egocéntricas y poco empáticas. 
Todo ello, como en el caso de Alejandro, puede ser un factor que, sumado a otros, puede ayudar a dar lugar a trastornos psicológicos.

En lugar de sobreproteger, lo ideal sería:

► Dejar que el niño viva dificultades y problemas, para que aprenda a encontrar soluciones por si mismo. Si le cuesta atarse los cordones de los zapatos, no le haremos un favor atándoselos nosotros, es mejor que le guiemos y que le dejemos que ensaye, para que acabe comprobando que es capaz de aprenderlo y hacerlo por si mismo.

► Tratarle de acuerdo a su edad. Si tiene la edad adecuada para comer solo, dormir solo, ayudar en las tareas domésticas, ir solo al colegio, debemos empezar a dejar que lo haga.

► No pretender supervisar, ni vigilar o controlar todo lo que hace el niño, se le debe dejar un margen y un espacio propio. No podemos pretender saber exactamente qué hace en el colegio, a qué juega con sus amigos, con quién sale, a dónde va, etc.

► Es necesario poner límites claros en casa y darle responsabilidades domésticas al niño. No se le debe dar todo lo que pida ni ahorrarle sacrificios, ya que es más sano que aprenda que las cosas requieren un esfuerzo y que experimente la satisfacción de la recompensa por haber sido capaz de hacerlas.

Si ya es demasiado tarde y ahora nos encontramos con el problema de adultos, una terapia psicológica es efectiva para aprender estrategias para el cambio.

Fuente: Centro psicológico multidisciplinar, especialista en Trastornos de Ansiedad. ITAE. España.
Edición de Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com



18 septiembre, 2018

Alergia y Trastornos de ansiedad.


¿Existe relación entre la alergia y la existencia de trastornos mentales? ¿Puede la sintomatología alérgica verse influenciada por un trastorno mental? Vamos a ver si hay respuestas a estas preguntas.

 La alergia es una enfermedad compleja, en la que participan varios factores que hacen que un organismo presente una reacción exacerbada ante un estímulo que la mayoría de la población tolera. Posee un componente genético (la probabilidad de desarrollar alergia sin antecedentes familiares, es de un 5-15%; si se tiene un hermano alérgico, del 25-35%; si se tiene un progenitor alérgico, del 20-40 %; y si los dos progenitores lo son, del 40-60 %); y otro ambiental, donde se incluyen factores como los alérgenos, las infecciones, la contaminación…, y donde podríamos incluir también los trastornos emocionales, y dentro de estos últimos, sobre todo la ansiedad.

        En nuestra práctica clínica diaria, observamos dos patologías en las que la psique influye en su aparición y/o exacerbación. Por un lado, el asma bronquial (los aficionados al cine recordarán la película La mano que mece la cuna, en la que una de las protagonistas, que padece asma, sufre una crisis ante una situación de intenso estrés); y, por otro lado, las patologías cutáneas, sobre todo la urticaria.

Pero ¿hay estudios publicados al respecto?

Si realizamos una revisión, no tardamos en apreciar que está más que documentado que la ansiedad y la depresión son dos patologías asociadas a las enfermedades alérgicas. Como ejemplo, un estudio realizado en nuestro país y recientemente publicado (Anxiety, Depression and Asthma control: changes after standarizedtreatment, J. Allergy Clin Immunol Pract. 2018), en el que se observó a un grupo de pacientes con asma bronquial moderado-severo, al que se realizó pruebas espirométricas, junto a cuestionarios de calidad de vida y de sintomatología ansioso-depresiva. Se evaluaron una primera visita y a los 6 meses de tratamiento. Los resultados fueron claros: el porcentaje de pacientes con sintomatología de ansiedad/depresión pasó del 24,2%/12%, respectivamente, en la primera visita, al 15, 3%/8,1 %, a los 6 meses de tratamiento, coincidiendo con una mejoría en las pruebas espirométricas. Es decir, cuando mejoraron clínicamente de su asma, mejoraron de su trastorno mental.

En otro estudio (Severity of allergic rhinitis impacts sleepand anxiety: results from a largeSpanish cohort. Clin Transl Allergy. 2018) realizado también en nuestro país sobre rinitis alérgica y ansiedad/depresión, se concluyó que la rinitis alérgica tiene un gran impacto en la sintomatología de estos trastornos, afectando a la calidad de vida y al sueño y, como era de esperar, es peor en pacientes con clínica severa, independientemente de si la presencia de los síntomas es perenne o estacional.

       Respecto a la urticaria crónica, nos encontramos con más de lo mismo, pero con unos porcentajes de asociación aún más altos. Los pacientes con urticaria crónica tienen el doble de incidencia de trastornos de ansiedad, depresión y del sueño que el resto de la población general. En un estudio realizado en Alemania (High Prevalence of mental disorders and emotional  distress in patients withchronic spontaneous urticaria. Acta Derm Venerol. 2011), los resultados concluyeron que el 48% de los pacientes con urticaria crónica presentaban uno o más trastornos psicosomáticos, siendo el más frecuente la ansiedad, seguido de la depresión. Similares resultados se han observado también para la dermatitis atópica.

       Concluyendo, cuando se valora a un paciente que acude a una consulta, no debe dejarse de lado el componente emocional, ya que no pocas veces será el agravante e incluso desencadenante de su sintomatología.


Fuente: Dra. Rocío de la Higuera Artesero
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga
Edición de Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen 123RF




30 agosto, 2018

La emoción.

"Es lo que siento y tengo derecho a sentirme así", me respondió un paciente cuando le pregunté acerca del "tamaño" de su dolor. Coincido en que cada uno tiene derecho a sentirse como quiera, pero eso no convierte en "sana" una emoción. No es acertada sólo porque la sientas. Las emociones sanas responden a criterios objetivos. Y son funcionales, útiles, sirven "para...". Muchas veces la emoción es exagerada. No guarda proporción con lo que sucedió en la realidad, pero sí, con lo que uno piensa acerca de lo que pasó. A muchas personas les cuesta dejar de estar mal porque parten de la idea de que sus sentimientos siempre "están bien". Si piensan que los que les pasó es terrible, piensan, en consecuencia, que sentirse tan mal es lo correcto. Terribilización. Visión de túnel. Abstracción selectiva. Diferentes distorsiones cognitivas que se conjugan para "parir" un pensamiento erróneo: "Lo que pasó es muy grave. No puedo soportarlo." Parado desde este lugar, es imposible que la mente encuentre los mecanismos de defensa, de superación, de cambio, que le permitan afrontar con conductas sanas lo sucedido. Boicoteamos nuestros propios recursos.
La vida, de por sí, suele enfrentarnos con algunas cosas terribles, para sumar otras que no lo son. No vale la pena desesperarse. No es necesario angustiarse, para poder aceptar, superar, resolver, ocuparse de algo. La causa de la emoción puede justificarla, pero no la convierte en útil. Si no te sirve, ¿para qué aferrarte a ella?...Tu dolor no le dá más valor a lo que pasó. Lo que pasó tiene valor en sí mismo. Tenés derecho a sufrir...pero sufrir no es necesario.

Fuente: Mirta Médici- Psicóloga argentina.
Edición de Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com

21 agosto, 2018

ACONTECIMIENTO - PENSAMIENTO - SENTIMIENTO - ACCIÓN.

..."Los seres humanos desarrollamos ciertas creencias para desenvolvernos en la vida.
Muchas de éstas son adaptativas en ciertos momentos y luego dejan de serlo. Uno de los errores más comunes radica en llevar esas creencias a diversos escenarios.
Nuestra forma de pensar, despierta nuestros sentimientos. La conjunción entre sentimiento y pensamientos nos hace actuar o vivenciar la realidad de cierta manera.
En la medida que puedas conocer cuáles son las creencias que despiertan tus pensamientos, podrás cambiarlos; por lo tanto podrás sentir, actuar y vivir de otra manera..."

Fuente: Lic. Félix Provitina.
Del sitio Terapia Cognitiva Conductual - Argentina.
Edición Marie Martínez.
Cuadro del sitio Psicología y mente.



05 agosto, 2018

SENTIRSE "PARALIZADO" POR EL MIEDO FUTURO 《ANSIEDAD》 (y qué hacer)


A veces me siento como si estuviera
parado frente a una pared con mil puertas.

Todas importantes, todas necesarias.
Algunas urgentes, otras tentadoras.

Son tantas las puertas y tantas mis dudas que me paralizo y no doy ni un solo paso.

Me frustro porque el tiempo corre,
y no decido hacia donde ir.
Se me hace tarde
y me siento mal conmigo.
Me regaño mentalmente,
me evado con distracciones inútiles,
y pierdo más tiempo.
Algunas puertas empiezan a cerrarse
y me paralizo todavía más.

Pero de repente, recuerdo la respuesta,
recuerdo el antídoto que me ha salvado antes.

Tomo el antídoto y todo cambia.
Como cuando despiertas de una pesadilla
y te das cuenta que era sólo un sueño.

¿Quieres saber cuál es ese antídoto?

Aquí va:

Es algo muy obvio, pero que a veces olvidamos.
Es algo tan simple y tan chiquito que ni siquiera lo vemos como una opción.

El antídoto es:

Dar un pasito.

Sí, dar un pasito,
hacia la puerta que sea.
De verdad, ¡A la que sea!
No importa si es la mejor alternativa o no.
Lo importante es entrar en acción,
salir de la parálisis,
hacer que el cuerpo se ponga en movimiento
y que la energía empiece a correr.

Una vez que nos movemos, todo cambia.
Cuando damos ese pasito, las dudas se desvanecen,
la mente se refresca, el panorama se esclarece,
caminar se vuelve más sencillo
y las decisiones empiezan a fluir.

Ok, sé que no es tan fácil como suena.

Dar ese pasito cuesta trabajo cuando estamos atormentados por la parálisis.

Pero aquí van unos consejos basados en lo que a mí me ha funcionado. Espero que te sirvan:

1. Observa y acepta.
Detente y observa tu situación. Date cuenta de que estás en una parálisis. Acepta la realidad y si es necesario dilo en voz alta: Ok, tengo confusión en este momento.

2. Siente la incertidumbre
Permítete sentir la incertidumbre en tu cuerpo. ¿Cómo se siente la duda? ¿Cómo se siente la parálisis? ¿Qué sensaciones físicas percibes? ¿Tensión? ¿Agitación ¿Opresión?

3. Cede ante la posibilidad de equivocarte
Suelta, relájate, cede. Lo más probable que la parálisis venga del hecho de que no estás cediendo ante la posibilidad de equivocarte. Quieres abarcar todo, tienes miedo a “tomar la puerta incorrecta”. No pasa nada. Date permiso de arriesgarte a cometer un error.

4. No te tomes la vida tan en serio
A ver, nada es demasiado grave. Todo pasa. No te tomes la vida tan en serio. No es para tanto. Como dirían en inglés “take a chill pill”.

5. Pide ayuda
Ok, a veces esto es necesario. Considera la opción de pedir ayuda o simplemente de expresarle tu sentir a alguien más. A veces las dudas desaparecen cuando las sacamos de nuestro sistema.

Fuente: Sitio La vida minimal (muy recomendable).
Edición Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen Web.

Rutina Vs imprevistos

EQUILIBRIO
RUTINA ⚖IMPREVISTOS.

Aunque utilicemos como un buen recurso la rutina para dar seguridad y bajar así algunos aspectos de la ansiedad, debemos mantener un equilibrio y enseñar poco a poco "flexibilidad mental" para que las situaciones no se conviertan en algo cerrado e inmodificable.
Aprender que las situaciones no son perfectas, las personas tampoco, que la situación tal como la conocemos puede cambiar.
 Aprender que los imprevistos siempre ocurren y debemos ser capaces de adaptarnos a los cambios, afrontarlos sin huir, encontrando opciones saludables y posibles para resolverlos, superando los obstáculos.
La ansiedad viene acompañada de la obseción por la perfección: temor a que las situaciones no sean "perfectas" como "necesito".
Y pueden no ser perfectas...esa es la lección que debemos aprender a enseñar.

Fuente: Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen Web- Afinando...

¿Cómo se vive la Ansiedad Social?

¿Cómo se vive y se siente sufrir Trastorno de Ansiedad Social o Fobia Social?

“Sentía miedo en cualquier situación social. Me sentía ansioso incluso antes de salir de la casa y esto escalava (se incrementaba) a medida que me acercaba a la universidad, a una fiesta, o a lo que sea fuera.
Me daba malestar estomacal—se sentía casi como si tuviera
influenza (gripa/e). El corazón me comenzaba a latir fuertemente, las palmas de las manos se me ponían sudorosas, y comenzaba a tener la sensación de que me apartaba de mí mismo y de todos los demás”.

“Al entrar a un sitio lleno de gente, me sonrojaba y sentía como si los ojos de toda la gente se fijaran en mí. Me sentía avergonzado de estar de pié en un rincón a solas, pero tampoco podía pensar en algo que
decir a alguien. Era humillante. Me sentía tan torpe, que no veía
la hora de salir”.

“No podía ir a citas amorosas y por algún tiempo ni siquiera podía ir a clase. Durante mi segundo año universitario tuve que volver a casa durante un semestre. Me sentía como un fracasado”.

fuente: Guía Trastornos de Ansiedad- Instituto Nacional de Salud Mental- EE UU.
Trabajo de dición de Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com

Tiempo al tiempo

Mutismo Selectivo / Fobia  Social.

Una persona comprensiva❤
 estará dispuesta a mirarte más allá de la superficie y encontrará una manera de ayudarte a comunicarte de la forma que resulte más cómodo para ambos. Si no está dispuesta, probablemente no sea la persona adecuada para tí.
No vivas bajo presión.
La persona correcta llegará a tí.
 Tiempo al tiempo.⏳

Fuente: Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.com
Ilustradora Argentina Jopi.


04 agosto, 2018

CONVIVIR CON LA ANSIEDAD


Escena de la vida cotidiana: amanece un día de semana cualquiera en la ciudad y en algún lugar suena el despertador. Una persona se estira en la cama, intenta apagarlo, mira la hora y piensa: “Uy, ya debería estar en la ducha. ¡Qué mal que dormí! No pude dejar de pensar en el problema del trabajo. Encima me duele el cuello. Tendría que ir al kinesiólogo, pero nunca tengo tiempo para nada. Además, recién los chicos empezaron la escuela y tengo que estarles atrás. Tendría que salir ahora mismo para el trabajo, porque ya volvió todo el mundo de vacaciones y el tránsito es un caos. Se me cierra la garganta y me duele el pecho. Ya quiero que sean las diez de la noche de una vez. El despertador sigue sonando y por fin logra callarlo. Con mucho esfuerzo, corre la sábana y se pone de pie.

Los cambios en los estilos de vida impuestos por el devenir social hacen que cualquiera de nosotros, con los más y los menos, podamos ser esta persona: responsabilidades, obligaciones, estrés, ruido, apuro, etcétera nos atrapan y casi no dejan tiempo para el placer y el ocio que hacen la vida un poco más apacible.

Muchos sienten que determinadas sensaciones se instalan y se vuelve una fatalidad convivir con ellas. Preocuparse demasiado por las cosas (no poder dejar de pensar en un problema, aunque a todas luces no es tan importante), dificultades de concentración, una sensación en el pecho en forma permanente, temor a perder el control, miedo a morir o pensamientos negativos sobre uno mismo son algunos de los síntomas cognitivos que podemos identificar ligados a la “ansiedad”. Lo que trae, a su vez, dolores de cabeza, respiración agitada, molestias en el estómago, tensión muscular, palpitaciones, sudoración, temblores, taquicardias o mareos que interfieren en nuestro bienestar.

Pero, ¿qué es la ansiedad de la que todo el mundo habla? Es la más común de las emociones básicas del ser humano. Es un fenómeno que se da en todas las personas, que bajo condiciones normales mejora el rendimiento y la adaptación al medio social o laboral, ya que nos moviliza ante situaciones amenazantes y preocupantes para que podamos afrontarlas adecuadamente. Se trata de una respuesta de nuestro organismo ante algo que percibimos como peligroso. Por eso actúa como nuestro sistema de alarma cuya función es detectar rápidamente una amenaza y prepararnos para hacerle frente. Por ejemplo, nos ayuda a escapar si se presenta alguna situación que nos ponga en peligro o a estudiar cuando estamos por dar un examen.

Sin embargo, cuando sobrepasa determinados límites, la ansiedad deja de ser adaptativa y se convierte en un problema de salud que impide el bienestar e interfiere en nuestras actividades sociales, laborales o intelectuales. Estar nervioso -o ansioso- ante situaciones de tensión como exámenes, ir al médico o conocer los resultados de una entrevista laboral es un mecanismo normal que tiene nuestra mente para prepararnos frente a lo desconocido. Pero, en ciertas circunstancias, la ansiedad, la preocupación o el miedo se presentan sin que exista una causa que lo justifique. La Ansiedad Generalizada, el Trastorno de Pánico y la Fobia Social son ejemplos muy frecuentes de trastornos ansiosos.

En algunos casos las personas presentan una intensidad de la respuesta de ansiedad que comienza a ser incómoda, llegando incluso a ser vivida como algo peligroso en sí mismo. En otros casos aparecen, en repetidas ocasiones, síntomas de ansiedad sin ninguna situación ni estímulo claro que los desencadenen y nuestro sistema de alarma se activa fácilmente y no diferencia cuando estamos en peligro y cuando no.
Los problemas de ansiedad son varios, pero la preocupación excesiva e incontrolable es la característica fundamental del Trastorno de Ansiedad Generalizada. En estos casos la persona se preocupa excesivamente por numerosas cuestiones de su vida cotidiana, lo que la hace permanecer en un estado de tensión permanente. Esta tensión sostenida está asociada especialmente a contracturas, dolores de cabeza, dolores físicos, mayor irritabilidad y problemas para dormir. Los dolores más frecuentes asociados con este problema son el de cuello, hombros, de espalda y de pecho.

Si tiene síntomas de crisis de pánico, el dolor de pecho puede asociarse a palpitaciones, dolor en las extremidades, sensación de entumecimiento del brazo izquierdo, calambres, mareos, etcétera. De repente pueden sentir que se van a morir, tienen sudoración en las manos, les falta el aire, se les nubla la vista, les zumban los oídos. Muchas personas terminan en la guardia del hospital porque creen que tendrán un problema cardíaco y, al revisarlos, les informan que no tienen nada (esto a veces les provoca mayor incertidumbre y nervios, porque siguen creyendo que “tienen algo” que aún no le encontraron). El dolor de estómago también es de los más característicos y se debe a que nuestro cerebro prepara al organismo para dirigir la energía a aquellas partes del cuerpo imprescindibles para luchar y/o huir de algún peligro, afectando así al proceso digestivo.

Según diferentes estudios se calcula que un poco más del 20% de la población padece -o padecerá- problemas relacionados con la ansiedad con una importancia suficiente como para requerir tratamiento. Algunos de estos trastornos empiezan tempranamente, como las Fobias y el Trastorno Obsesivo Compulsivo o la Ansiedad Social. Normalmente, cuando una persona con trastornos de ansiedad busca tratamiento es porque lo ha sufrido por más de una década. La mejoría espontánea (sin consulta ni tratamiento profesional), si bien es posible, es improbable.

“Ya se me va a pasar”o “Con voluntad y tranquilidad pasa” son pensamientos frecuentes que tienen ante dicho trastorno. Querer que los síntomas desaparezcan no es suficiente. Pedir ayuda es una excelente opción para combatirla y poder vivir mejor. Hoy existen tratamientos eficaces para mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres que sufren de ansiedad patológica. Se aconseja en muchos casos que su tratamiento esté acompañado de la adquisición de hábitos saludables, como el ejercicio aeróbico regular, que colaboren con el bienestar.

La escena de la vida cotidiana del comienzo sigue así: la persona por fin se duchó y, mientras repasa las novedades en su computadora, lee esta nota. Lo que transcurre después depende de cómo la vayamos viviendo.

Texto del Dr Facundo Manes- Neurólogo, especialista en ciencias cognitivas- Argentina)
Publicado en Diario local La Nación.
Edición Marie Martínez.

MS en adultos- Historia Christina

Preparen los pañuelos.
MUTISMO SELECTIVO EN ADULTOS.
Conocemos a la valiente Christina Kim-🌹

Tengo 23 años y me diagnosticaron mutismo selectivo (MS) hace 20 años.

Si estoy en algún lugar nuevo o desconocido con un grupo grande de personas, puedo pasar horas, o incluso días a la vez sin decir una palabra. A veces necesito ayuda con tareas tales como hacer llamadas telefónicas o asistir a citas. Salir solo en general es muy inquietante, en gran parte debido a la preocupación de que alguien me puede hablar inesperadamente.

Cuando tenía tres años, mi madre trabajó en técnicas conmigo en casa para alentarme a hablar, con el apoyo de profesionales. Aunque había una ansiedad subyacente que permaneció constante a lo largo de mi vida escolar temprana, esta intervención profesional fue generalmente exitosa. Me destaqué en varios temas, incluso participé en obras de teatro de la escuela. La mayoría disfruté de la vida. Las interacciones sociales en la niñez generalmente se basan en cosas externas, como juegos y juguetes, por lo que MS no era un gran problema y pude hacer amigos fácilmente.

A medida que se acercaba la adolescencia, el cambio en la dinámica hacía que la socialización fuera casi lo suficientemente imposible. Cada vez me aislaba más y principalmente solo hablaba con personas en línea (internet). Me quebró una ansiedad que no podía controlar. Las nuevas presiones sociales de entrar en la adolescencia me estaban dominando. Mi infancia se estaba desvaneciendo y mi voz y mi MS eran más severos en este momento.

Desde este punto, mi asistencia a la escuela se volvió cada vez más esporádica. Apenas pude comunicarme con mis compañeros y profesores. La mayoría de las veces en horarios del almuerzo y el recreo me escondí en los baños llorando. Debido a la acumulación del aislamiento, desarrollé depresión severa junto con mi MS. Esto se intensificó después de un terrible incidente de humillación y comentarios personales de un maestro, causado por mi incapacidad de hablar en las lecciones. No pude volver a la escuela.

Los siguientes meses fueron un borrón de sesiones de terapia contraproducentes, con una falta de comprensión de la mayoría de los profesionales que vi. Finalmente fui admitida en un hospital psiquiátrico. Algunos empleados del hospital ni siquiera habían oído hablar de MS, y mucho menos sabían cómo proporcionar la ayuda adecuada. Aunque la experiencia general fue bastante abismal, ver a otras personas de mi edad en medio de una enfermedad mental de primera mano me ayudó a sentirme menos a solas con la mía.

Logré comenzar en una escuela diferente a los 16 años. Me permitieron rendir exámenes en una sala más pequeña con tiempo adicional y descansos. Me disculparon de las lecciones de alta ansiedad, como educación física y drama, y ​​me dieron una habitación tranquila para sentarse a almorzar y descansar. Estos ajustes me ayudaron a obtener mis logros. Aunque tuve experiencias negativas con los maestros, sí tuve algunos que fueron increíblemente comprensivos a lo largo de toda mi experiencia escolar, que harían todo lo posible por investigar MS en su tiempo libre, para que supieran cómo ayudar a que mi vida escolar sea más manejable para mi. No puedo expresar la diferencia que esto hizo.

Algo que ha sido una constante en todo momento ha sido mi creatividad. A los 18 años comencé a asistir a clases de acuarela y pintura al óleo en un centro educativo local. Eran pequeños, relajados e informales y fui gradualmente capaz de relajarme. Con el apoyo de los miembros de mi familia, comencé a buscar lo que se necesitaría para asistir a la universidad para estudiar arte. En ese momento, parecía una imposibilidad ya que no había hecho base de arte. Sin embargo, en 2014, me ofrecieron un lugar en el London Art College para estudiar Fine Art Painting. En el verano de 2017, terminé mi carrera.

Cuando estaba en el hospital a los 15 años sin que me quedara una pizca de esperanza, una de las enfermeras me preguntó: "Si pudieras estar en cualquier lugar dentro de cinco años, ¿dónde estarías?", Le respondí con voz tranquila e impotente: "en un colegio de Arte". Recuerdo que casi me reí irremediablemente ante la ridiculez de esa idea. Pero, he aquí, estuve en el Art College cinco años después.

Desde que me gradué, he recibido mucho interés en mi arte. Fui seleccionado para participar en el Programa de Premios de Arte Clyde & Co y gané su Premio al Voto del Personal. Obtuve representación en una galería en línea, donde vendo mi trabajo. Tengo un lugar en un curso de maestría para el otoño de 2018 con una beca. Recientemente, fui seleccionado para la Exposición de verano de la Royal Academy.

Aunque a menudo no puedo creer el progreso que he logrado, todavía tengo momentos en los que estoy totalmente abrumado por la ansiedad y MS se asoma a la cabeza. Sin embargo, estos se están volviendo gradualmente más infrecuentes y menos disruptivos. Estoy demostrandome a mí, y a los demás, que aún es posible lograr cosas y vivir una vida, a pesar de los desafíos que enfrento. No es mi identidad completa, no me define, es solo una parte de mí.

A medida que envejezco, estoy aprendiendo a ver los aspectos positivos en mi viaje con MS. Me ha convertido en una persona más sensible, empática, observadora y afectuosa, además de ayudarme a generar un arte más poderoso como mi principal forma de comunicación. Aunque ahora soy más capaz de hablar en general, a veces todavía me describen como "callada", sin embargo, ahora intento no ver esto como algo negativo. En realidad, algunos de nosotros somos naturalmente más reservados e introvertidos. Todavía me resulta casi imposible iniciar conversaciones.

El MS no es una elección. Puedo ser una persona divertida, atrevida y disparatada. Disfruto de montañas rusas, nadando en el mar, yendo a conciertos, explorando nuevos lugares. No soy la persona rígida, tensa y aburrida que a veces me cruzo cuando estoy ansiosa.

Me siento nerviosa al compartir mi historia, pero creo que se lo debo a mi yo más joven, así como a los que están sufriendo actualmente. Ahora que tengo mi voz más (¡O al menos el teclado de mi computadora por ahora!), Estoy decidido a hacer lo que pueda por ayudar. Christina.

Gracias Christina por compartir tu viaje con nosotros, tu valentía nos abraza, nos da esperanzas❤.
Artículo publicado en Huffington Post Reino Unido.
Adaptación al español por Marie Martínez.
Fotografías subidas por ella.

31 enero, 2018

EL MUTISMO SELECTIVO COMO UN TRASTORNO DE ANSIEDAD DESDE 2013. (Manual DSM V)



El Mutismo Selectivo está agrupado desde el año 2013, dentro de los trastornos de ansiedad, porque el silencio selectivo es solo uno de los síntomas, el resto de los síntomas lo comparten con todos los trastornos de ansiedad.
La ansiedad (preocupación excesiva de una situación que no ha pasado y que quiza nunca pase, pensamiento irracional y exagerado de algunas situaciones).
Cuando llega este temor trae muchos síntomas físicos, emocionales y pensamientos catastróficos o negativos.
El mutismo selectivo es uno de los síntomas presentes en la ansiedad social y como cualquier trastorno puede estar o no acompañado de otro diagnóstico.
Este es el motivo por el cual el tratamiento de mutismo selectivo comienza y profundiza en bajar esta ansiedad en los contextos donde tienen lugar. No se centra en intentar la palabra, ya que no es un trastorno del habla. Es por esto que el especialista adecuado a realizar el tratamiento es un psicólogo. Una vez logrado bajar la ansiedad, cambiando la manera de ver esos contextos, cambiando poco a poco las conductas que llevan a la ansiedad con sus otros síntomas físicos recién se va trabajando también con el juego, el sonido.
 Las técnicas seguras que por investigaciones realizadas fueron publicadas son las de terapia cognitivo conductual específico para mutismo selectivo, ya que engloba mas técnicas.
 Actualmente hay seminarios profesionales para el tratamiento específico de este tipo de trastorno, en Argentina, Italia, Francia, Reino Unido, EEUU, Polonia, Alemania. Sin conocimiento en zona oriental por dificultad con el idioma.
Por esta escasa especialización y personalización del tratamiento es que son tan costosos.
Muchas familias de todo el mundo logran obtener un certificado de discapacidad que logre cubrir la demanda del tratamiento.
 Otros padres debido a la alta ansiedad con crisis y fobia social deciden escolarizar a sus hijos en su hogar, en países permitidos esta modalidad de estudio.
Muchas personas sufren tanto las crisis de ansiedad que deben tomar medicación. Otras familias la utilizan en bajas dosis como complemento de este tratamiento específico y en trabajo conjunto de profesionales.
El mutismo selectivo visto como "una palabra para destravar" es un error.
El tratamiento siempre girará alrededor de la ansiedad, para que la rehabilitación del tipo psicosocial sea duradera y persista acompañando a la persona MS por todas las etapas de crecimiento. El mutismo tratado de esta manera no tiene retrocesos. Pues, cuando la persona MS logra afrontar lo que le sucede, aprende sobre sus sentimientos, emociones y conductas y es capaz de enfrentarse socialmente con las herramientas aprendidas, podemos decir que se ha curado.
Lograr hablar con el docente y los compañeros, o con el terapeuta en su gabinete no alcanza.
 Puede decirse que hasta adulto la persona MS lucha con los síntomas y aprende a convivir de la mejor manera con ellos.

Fuente: Marie Martínez - Argentina, sitio de información www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen del sitio Psiconcología.


03 agosto, 2017

LA ANSIEDAD DA TRISTEZA PORQUE...


Qué triste es ver que con tanta información, aún mucha gente se burla y no entiende lo que sufre una persona con ansiedad.
Qué triste es que no se recuerde cuando ven amigos y familiares que sufren.
Qué triste no sentirse acompañado por la gente que uno estima y convive.
Qué triste es tener que explicarlo miles de veces.
Qué triste es escuchar chistes sobre las personas ansiosas, como si pudieras dejar tu ansiedad olvidada en un cajón.
Qué triste que muchos todavía crean que es un invento de internet o de los laboratorios, cuando en realidad sale a la luz por mas información en todos los medios.
Qué triste es saber que se puede lograr con la ayuda de todas estas personas que hoy no nos creen.

Fuente: Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com

10 mayo, 2017

ANSIEDAD SOCIAL EN ADULTOS/MS EN CONTINUACIÓN.



Lo difícil que resulta para una persona que sufre Ansiedad social o mutismo selectivo desde la infancia, es afrontar un nuevo trabajo, entrevistas, compañeros de un grupo ya armado que quiere conocerte.

Aqui la realidad tomada con humor del sitio sobre ansiedad social animada en inglés "Mess by Accident"


Miles de adultos siguen la página y todos opinan que realmente es muy difícil, muy agotador y sufren mucho el contexto laboral. Muchos optan por trabajar por su cuenta, en su casa, de manera independiente, y otros vuelven a su casa directo a encerrarse en soledad, luego de haber sufrido mucho. 


La ansiedad social/MS necesita ser tratado y comprendido en la niñez. Aquí la importancia de ocuparse y no presionar.


La imagen dice:
Titulo: Comenzando en un nuevo trabajo, cuando tú eres introvertido.

-Yo no siempre puedo hablarle a gente nueva.
- Pero necesito el dinero.


Fuente: Marie Martínez www,mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Ilustración de Mess by accidents.


29 septiembre, 2016

Cómo ayudar a una persona que sufre ansiedad social/ Mutismo Selectivo.

Si queremos ayudar a una persona que sufre ansiedad social / Mutismo Selectivo, recordemos:

# No presionar para que hable.
# No presionar para que salude.
# No avasallar con preguntas directas, entablar la conversación sin preguntas.
# No exponerlo en público, contar una anécdota o mostrar foto/video/audio sin su permiso.
# No agrandarle su ansiedad con visitas sorpresa, anticiparle lo que va a ocurrir.
# No facilitarle su condición, dejándolos solos, permitiéndoles que no concurran a las reuniones familiares, sobreprotegerlos haciendo todo por ellos, como trámites o compras. Acompañarlos con alguien de su edad pero brindándole herramientas para que sociabilice al menos, sin darse cuenta. Pagando el café, entregar un objeto a alguien, etc. debemos ser creativos, sin presionar.
# No burlarse, criticar su carácter, ni intentar cambiarlo.
# No ayudamos diciendole cosas como "tenes que ser fuerte", "vos podes" "vos sos valiente" tenes que ser valiente"...ayuda mas, darles herramientas concretas de cómo se puede conducir, sufriendo lo menos posible.
# Entender que una persona sensible no tiene nada que ver con elecciones sexuales. Y no presionar entonces a que tengan pareja con urgencia, todo se irá dando solo a su debido momento.

 Nosotros, los extrovertidos, sociales, ruidosos, nos cuesta mucho entender cómo ellos pueden sufrir con "pavadas", como cruzar una bar lleno de gente y pedirle a un desconocido un trapo porque derramo jugo en la mesa.
Recordemos que para un introvertido, un ansioso social, enfrentar muchas situaciones cotidianas son de gran sufrimiento para ellos. Presionarlos, burlarlos, acosarlos, no entenderlos y dejándolos solos no solo que así no ayudamos, sinó que podremos ser los responsables de mas sufrimiento, llanto, angustia y depresión.

Fuente: Marie Martínez- mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen del sitio 123RF