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13 agosto, 2019

COMPRENDIENDO LA ANSIEDAD Y SU PAPEL DE AYUDA A LA SUPERVIVENCIA.

La ansiedad es una reacción normal, con la que nos ha dotado la naturaleza, para ponernos a salvo cuando afrontamos algún peligro. La crisis de pánico o crisis de ansiedad es una reacción automática y refleja, cuya misión es ayudarnos a sobrevivir, y que se pone en marcha cuando percibimos un peligro grave e inminente.

Para comprender mejor la ansiedad y el pánico, suele ser útil analizarlos en sus tres niveles: el biológico, el cognitivo y el conductual.

COMPONENTE BIOLÓGICO DE LA ANSIEDAD: incluye las sensaciones internas que podemos notar cuando estamos nerviosos, como: temblor, mareo, taquicardia, flojedad en las piernas, etc.; que en las crisis de pánico alcanzan una intensidad mayor por el mecanismo del círculo vicioso. Las sensaciones temidas varían de unas personas a otras. Así, quienes temen sufrir un infarto, suelen temer las sensaciones de: taquicardia, palpitaciones, opresión o dolor en el pecho, etc.

COMPONENTE CONDUCTUAL DE LA ANSIEDAD: incluye la tendencia a evitar, huir, escapar, buscar ayuda y hacer cualquier cosa que pueda ayudarte a librarte del "peligro".

COMPONENTE COGNITIVO DE LA ANSIEDAD: se refiere principalmente al conjunto de creencias, pensamientos e imágenes, con contenido de peligro; la creencia de que las sensaciones temidas son algo terrible, que no puede soportarse. Estos pensamientos se producen en forma automática, es decir, involuntaria, una vez que se pone en marcha el círculo vicioso de la ansiedad.

Los tres componentes (el fisiológico, el conductual y el cognitivo) se hallan siempre presentes cuando se activa un estado de ansiedad, y cada uno de ellos influye en activar o desactivar a los otros. Pero se ha demostrado que el componente principal es el de los pensamientos, imágenes y creencias.

La activación de la crisis de ansiedad / estado de pánico o sistema de alarma es la reacción natural del organismo ante una amenaza grave e inminente que pone en peligro la supervivencia. Su objetivo es el de protegernos, preparándonos para la lucha, la huida o la búsqueda de ayuda.
La reacción de pánico ante una situación de peligro real, es un mecanismo de supervivencia que resulta muy evidente cuando los humanos tienen que afrontar formas de vida más peligrosas que la nuestra, como ocurría a nuestros antepasados, los hombres primitivos.
Pero, incluso en nuestro ambiente, a veces resulta esencial que al enfrentarnos con una amenaza vital reaccionemos en forma automática para ponernos a salvo.
Como es lógico, ese mecanismo -con el que nos ha dotado la naturaleza para ayudarnos a sobrevivir- no supone en sí mismo ningún peligro; es decir, el pánico no nos puede producir ningún daño. Esto se ha comprobado en numerosas investigaciones, y si tu problema persiste desde hace tiempo y has experimentado muchas crisis, habrás comprobado por ti mismo que nunca le han hecho ningún daño, más allá del miedo.
Así pues, la función del pánico es ponernos a salvo cuando nos hallamos ante un peligro real ya que, además de impulsarnos a huir o a buscar ayuda, también hace que aprendamos a evitar, en el futuro, las situaciones peligrosas que lo desencadenan.
El único problema con tus crisis de ansiedad es que tu reacción de alarma se pone en marcha sin que exista un peligro real. La pones en marcha tú mismo al interpretar como peligro unas sensaciones que son normales en la ansiedad, y que se incrementan porque aumenta tu ansiedad al pensar que estás en peligro.
Por eso, el principal objetivo de un tratamiento para el trastorno de ansiedad es que dejes de hacer falsas evaluaciones de peligro, para que no se active tu sistema de alarma-pánico cuando no te halles en situación de peligro real. Esto lo conseguiremos rompiendo la parte del círculo vicioso que te lleva a evaluar como amenazadoras las sensaciones normales que todos notamos cuando estamos nerviosos.

Cuando aprendas a experimentar esas sensaciones, sin hacer interpretaciones catastrofistas, ya no se producirá el círculo vicioso y, por tanto, tus sensaciones de ansiedad se mantendrán en los niveles normales y deseables que experimenta cualquier persona sana.

FUENTE: Guía para el paciente- El trastorno de pánico- ansiedad- Lic. Marcelo Agustín Mombelli.
Edición de Marie Martínez.
Cuadro descriptivo de la ansiedad



09 agosto, 2019

ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES

La ansiedad ante los exámenes consiste en una serie de reacciones emocionales negativas que algunos alumnos sienten ante los exámenes. El miedo a los exámenes no es un miedo irracional, no en vano la actuación en ellos determina gran parte del futuro académico de la persona. Pero como ocurre la mayoría de las veces con la ansiedad, es cuando se da a niveles muy elevados cuando puede interferir seriamente en la vida de la persona.
Esta ansiedad puede ser “anticipatoria” si el sentimiento de malestar se produce a la hora de estudiar o al pensar en qué
pasará en el examen, o “situacional” si ésta acontece durante el propio examen.

Antes del examen:

· Llega suficientemente pronto como para sentarte en un
sitio en el que te encuentres a gusto.

· Evita encontrarte con gente que pienses que pueda hacerte
dudar sobre tu preparación.

¿Qué puedo hacer con mis pensamientos para controlar la ansiedad ante exámenes?

Ten en cuenta que la ansiedad se inicia normalmente con los pensamientos que una situación nos genera.
《Me siento como pienso. Soy lo que pienso》. Por tanto:

- No "masticar" los pensamientos negativos y catastrofistas que surjan.

- Centrar la atención en lo que tengo que hacer aquí y ahora, es decir, el examen.

- No compararme con los/as compañeros/as por lo avanzado que van en el examen, han terminado antes...

- Es normal estar nervioso/a y lo normal es que no se sepa todo. No pasa nada si se dedican unos minutos al principio para tranquilizarse e intentar comprender bien las preguntas.

- Dedicar el tiempo necesario a comprender bien las preguntas. A veces se responde incorrectamente a una pregunta porque no se leyó bien.

-Decidir, en función de la dificultad y la complejidad de cada una de las preguntas, cómo se administrará el tiempo del que se dispone.

- Después de asegurarse de haber entendido las preguntas, empezar por aquella que se domina mejor. Luego se contestará el resto con el mismo criterio. De este modo se consigue mejorar el nivel de seguridad y, en el caso de que faltase tiempo, se quedarían sin contestar aquellas preguntas que se dominan menos.

- Empezar a escribir sin demasiada demora pero sin precipitarse. Deberás evitar el lanzarte a escribir sin saber muy bien lo que tienes que decir y cómo vas a organizar los conceptos.

- Es importante el uso del papel borrador para trazar -no redactar-, sin perder demasiado tiempo, un esquema que ordene las ideas que se van a exponer.

¿Qué puedo hacer con mis síntomas fisiológicos para controlar la ansiedad ante exámenes?

Para manejar los síntomas fisiológicos de la ansiedad: palpitaciones, sudoración, tensión muscular, insomnio..., intenta:

- Hacer algunos ejercicios de relajación.

- Practicar algún deporte.

- Ejercicios de respiración ventral:
 tumbado boca arriba pon la mano encima del ombligo, toma aire y trata de llenar en primer lugar la parte inferior de los pulmones -se hinchará el vientre como un globo- y después la parte superior de los mismos. Retén el aire unos segundos y expúlsalo. Repítelo durante unos minutos.

- Darse un paseo.

¿Qué puedo hacer con mi conducta para controlar la ansiedad ante exámenes?

Es verdad que se le puede tener miedo a los exámenes. Si pasas tan mal en ellos te gustaría huir, evitarlos para sentirte mejor, pero esto sería una mala estrategia, entre otras cosas, porque el miedo aumentaría aún más. Por tanto:

😉No postergar el hacer exámenes.

😉Desarrollar el autocontrol paso a paso que ya te mostramos.

😉Afrontar este momento que se tiene miedo.

Fuente: 
1- Ansiedad ante los exámenes- Proyecto Menbazar- España.
2- Ansiedad ante los exámenes- Equipo psicopedagógico-  Universidad de Granada- España.
Edición de Marie Martínez.
Ilustración de Azúcar y sal.


24 mayo, 2019

MASCOTAS- BENEFICIOS PARA LAS PERSONAS QUE SUFREN ANSIEDAD.


Tener mascotas como perros, gatos, o incluso peces puede ser provechoso a nivel incluso terapéutico. Las mascotas pueden hacer más llevadera la soledad, reducir la ansiedad y el estrés, motivar a hacer ejercicio o jugar y todo esto siempre con la ventaja de que son una fuente de amor incondicional.

 ¿Cómo es posible que una mascota mejore mi salud?

Quienes poseen una mascota, están conscientes de las alegrías que conlleva compartir la vida con un animal, sin embargo es muy probable que desconozcan los beneficios físicos y mentales que esta compañía puede traer consigo. Aunque los humanos hemos tenido una relación cercana con los animales desde siempre, el interés por estudiar más a fondo vínculo entre animales y humanos y sus consecuencias es bastante reciente.

Muchos estudios han revelado que:

Quienes poseen mascotas son menos propensos a sufrir depresión que quienes no las tienen.
Las personas que tienen mascotas manejan niveles de presión en la sangre más bajos durante situaciones de estrés.
Jugar con una mascota eleva los niveles de serotonina y dopamina, que son neurotransmisores esenciales para sentirnos relajados y tranquilos, los cuales tienen una relación muy cercana con trastornos de ansiedad.
Quienes tienen mascotas poseen niveles de triglicéridos y colesterol más bajos que los que no tienen mascotas.
Los dueños de mascotas mayores de 65 años visitan al médico un 30% menos .
Mientras que las personas con perros a menudo experimentan los mayores beneficios para la salud, la mascota no necesariamente tiene que ser un perro o un gato. Incluso ver los peces en un acuario puede ayudar a reducir la tensión muscular.
Es interesante, pues aunque solemos ignorarlo, el tacto, o sea el contacto constante por medio de este sentido, es sumamente importante, tanto que puede ayudarnos a elevar nuestro sistema inmune. Las mascotas nos ayudan a suplir esta necesidad. Abrazar, acurrucar o simplemente acariciar a un animal cariñoso, puede rápidamente calmarnos cuando estamos estresados. La compañía de una mascota también puede ayudar a aliviar la soledad, y algunas mascotas, como perros grandes por ejemplo, son un gran estímulo para el ejercicio saludable, que puede aumentar sustancialmente el estado de ánimo.

Las mascotas te pueden impulsar a cambiar tu estilo de vida
Es increíble lo mucho que puede hacer por nuestra salud hacer pequeños cambios en nuestro estilo de vida. De acuerdo con la guía Venciendo tu Ansiedad, la ansiedad afecta la vida en varios niveles a la vez, por esto es necesario enfrentarla desde múltiples frentes. Es muy importante hacer cambios cruciales en el estilo de vida. Tener una mascota puede ser una motivación para hacer algunos de estos cambios:

Ejercicio. La actividad física no tiene que implicar ir a un gimnasio. Sacar a un perro a pasear, montar a caballo, o pasar un rato persiguiendo un gatito son formas válidas y divertidas de incluir ejercicio en tu vida cotidiana.
Compañía. El aislamiento y la soledad pueden empeorar los síntomas de ansiedad y depresión. Estar a cargo del cuidado de un animal puede ayudarte a sentirte necesitado y querido, especialmente si vives solo.

Conocer gente nueva. Tener mascotas puede ayudarnos a conocer personas con intereses similares a los nuestros. Los dueños de perros con frecuencia se detienen y hablan entre sí en los paseos.

Organización y rutina.  Muchos animales domésticos, requieren un horario de alimentación y ejercicio regular. Una mascota te obliga a organizarte para poder proporcionar el cuidado apropiado.

Encontrando la mascota perfecta.

No todas las mascotas son aptas para todas las personas, por ello hay que tomar en cuenta algunos factores a la hora de elegir una mascota:

Pasas mucho tiempo en la casa. Si no acostumbras salir mucho o no dispones del espacio, es mejor que busques una mascota pequeña y casera, que no tenga problemas con vivir en un ambiente así. Un gato, perro pequeño, un conejo, o una pecera pueden ser ideales.

Si te gusta salir. Si eres de los que gustan de hacer caminatas en el exterior o salir a hacer ejercicio, puede ser buena idea buscar un perrito que pueda seguirte el ritmo.

Tu ambiente. Si no te gustan los accidentes o que aparezcan pelos en tus cosas, entonces puede que no se buena idea tener un perro o gatito. Pero existen hamsters, conejos, reptiles, aves, entre otros.

Tiempo y cuidados. Las mascotas conllevan una gran responsabilidad y en el mejor de los casos será por mucho tiempo. Debes recordar que también vas a tener un compromiso con tu mascota .
Tener una mascota no es para todos
Si bien los beneficios pueden ser muchos, las mascotas tampoco son la promesa de una cura mágica. Tener una mascota es una experiencia maravillosa para los que aprecian la compañía de los animales pero también es un compromiso a largo plazo (idealmente). Por otro lado, si no sueles sentirse cómodo alrededor de mascotas, es muy probable que tampoco puedas obtener los beneficios terapéuticos. Puede ser que tampoco dispongas de los recursos necesarios para tener una mascota (tiempo, dinero, espacio, etc).

Fuente: Diana Díaz de editorial
Edición de Marie Martínez




EQUINOTERAPIA - TRASTORNOS DE ANSIEDAD.


La Equinoterapia es un tratamiento que incluye actividades equinas en un ambiente natural para promover el crecimiento físico, mental y emocional en personas que padecen TDA, ansiedad, autismo y parálisis cerebral, demencia, Depresión, Retraso en el desarrollo, Síndromes genéticos (como el Síndrome de Down), lesiones cerebrales traumáticas, problemas de conducta, de abuso y muchos otros problemas de salud mental.

La Equinoterapia puede ayudar al individuo a desarrollar confianza en sí mismo, autoeficacia, comunicación, confianza en los demás, perspectiva, habilidades sociales, control de impulsos y aprender límites. Dado que los caballos tienen comportamientos similares con los humanos, como los comportamientos sociales y receptivos, es fácil para los pacientes crear una conexión con el caballo. La terapias asistidas por caballos han sido reconocidas en el campo de la salud mental y médica por la mayoría de los países.

Animales como elefantes, delfines, perros y gatos también se han utilizado con fines terapéuticos. Los caballos se han convertido en el animal más popular para usar en la terapia con animales porque permiten alcanzar metas de gran importancia a muy corto plazo.

La Equinoterapia puede implicar algo más que montar a caballo. En algunas sesiones, un paciente puede incluso no tocar el caballo en absoluto. A menudo, el terapeuta que dirige la sesión establecerá metas para el paciente, como llevar al caballo a un área designada o ponerle un cabestro al caballo, cepillarlo, alimentarlo o tan solo hablarle o jugar a su lado.

Discutir lo que el paciente está haciendo en un momento dado les permite mejorar las habilidades del lenguaje. Escuchar al instructor ayuda a mejorar la capacidad del individuo para escuchar y seguir instrucciones, hacer preguntas, etc. No solo hay comunicación entre el profesional y el paciente, sino también entre el paciente y el caballo. Esta habilidad se vuelve especialmente útil para aquellos que están luchando contra la ansiedad, ya que muchas veces están atrapados en la preocupación por el pasado o en un pensamiento catastrófico sobre el futuro. Esta actividad alienta a una persona a estar presente y enfocada en la tarea en cuestión.

Los equinoterapeutas  pueden adaptar fácilmente esta disciplina a la Terapia Cognitiva, así como la terapia de juego y conversación. Dependiendo de la naturaleza de la ansiedad y su gravedad, el terapeuta equino puede tomar decisiones sobre los procesos o las técnicas aplicadas en las sesiones. Las principales técnicas utilizadas son la Terapia Cognitiva, la práctica de actividades, la programación de actividades, la terapia de juego, la narración de historias y la terapia de conversación.

Terapia cognitiva: este tipo de terapia a menudo se usa como un tratamiento para la ansiedad. Los caballos sienten el peligro y responden con mayor conciencia de lo que les rodea, muchas veces tratando de huir si la situación les parece demasiado peligrosa. Las personas que sufren de trastornos de ansiedad pueden sentir estos cambios a través de la observación, y luego les permiten hablar sobre las actividades ansiosas con el terapeuta. Centrarse en la aprehensión del animal en lugar de uno mismo puede reducir en gran medida la respuesta ansiosa del individuo y permitirle desafiar los pensamientos automáticos. A lo largo de este proceso, el paciente practicará la calma y la responsabilidad de sus propios pensamientos.

Actividades prácticas: a menudo, las personas que experimentan ansiedad severa tienden a evitar actividades desafiantes, temerosas o fuera de su zona de confort. Esta técnica permite a un individuo elegir una actividad, que puede estar fuera de su propio nivel de habilidad. El terapeuta los ayudará según sea necesario y hablará con ellos sobre los pensamientos o sentimientos que son estimulados por estas actividades. Por ejemplo, bañarlo y alimentar al caballo son actividades que implican coordinación, planificación y comunicación activa.

Programación de actividades: muchas personas que luchan contra la ansiedad comenzarán a evitar los quehaceres u otras responsabilidades que anteriormente eran inherentes a su actividad diaria debido al impacto que la ansiedad está teniendo en sus vidas. Sin embargo, cuanto más evitan, más se perpetúa su ansiedad al pensar en regresar a esas actividades. Planear o desarrollar un cronograma para cuidar a un animal o caballo puede enseñarle a la persona un sentido de responsabilidad y flexibilidad, ya que las necesidades físicas de los animales / caballos pueden cambiar en cualquier momento. Esto le permite a la persona desviar su atención de su ansiedad y comenzar a volver a la estructura durante el día que fomentará una experiencia de sentirse más competente y responsable.

Terapia de juego y narración de cuentos: muchas cualidades de los caballos pueden ser identificables fácilmente por el paciente, incluidos los instintos de juego, la curiosidad, la libertad y el impulso social. La terapia de juego permite e inspira la creación de relaciones y el establecimiento de límites. La narración anima a desarrollar historias sobre lo que el animal está pensando y transmitir emociones. Esta es una gran herramienta para fomentar el desarrollo de las habilidades del lenguaje y la creatividad.

La evidencia demuestra que los caballos con un medio ideal para guiar hacia la salud a personas con trastornos de ansiedad, y condiciones relacionadas.

Fuente: El granero. Terapeutas especializados en equinoterapia con gran trayectoria en Argentina (Pilar- Bs As)
Edición de Marie Martínez- www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
Imagen de Bio baby

01 noviembre, 2018

NOMBRAR "LA ANSIEDAD" PARA HABLAR DE ESTAR SIMPLEMENTE NERVIOSO O IMPACIENTE ES GRAVE Y NO AYUDA A LA COMPRENSIÓN Y APOYO DE LAS PERSONAS QUE REALMENTE LO PADECEN.

Las personas que sufren ansiedad, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), experimentan "un sentimiento de aprehensión o de miedo, una preocupación incontrolable y excesiva sobre gran cantidad de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), que suele prolongarse más de seis meses" —explican en 1 de cada 4— y, cuando se desconoce y no se comprende este sentimiento, se genera aún más angustia. Va acompañada de múltiples síntomas físicos.

 Edición Marie Martínez.
Fuente OMS-


19 octubre, 2018

Ansiedad- RUTINAS.

Aunque la rutina ayuda mucho a una persona que sufre ansiedad, por tener por certero qué va a ocurrir en el futuro, esto es una herramienta de corto plazo.
Tener el control puede ayudarte mientras lo tienes. Pero...qué sucede cuando tu rutina cambia y no puedes controlar ese cambio, cómo reaccionas, ordenas las piezas y decides cómo afrontarlas. Manejar estas últimas herramientas sí son a largo plazo, porque en medio de un caos podrás frenar, retroceder y retomar tu camino.

Los padres que utilizamos el recurso de la rutina, para ayudar a los niños ansiosos, debemos poco a poco ir disolviéndolas e ir incrementando el poder del cambio, la toma de decisiones y la resolución de problemas e imprevistos.
El riesgo que se corre con la necesidad de perfección y control de las situaciones es que cuando esto no se puede lograr se opta por abandonar, tirar la toalla, evadir y huir.

Fuente: Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com


09 marzo, 2018

LA ANSIEDAD EN EL SALÓN DE CLASES.


Cómo se manifiesta, y por qué se confunde a menudo con otra cosa.

Algunas veces la ansiedad es fácil de identificar; como cuando un hijo se está sintiendo nervioso antes de una prueba. En otras ocasiones la ansiedad en el salón de clases puede lucir como algo completamente diferente, un malestar estomacal, un comportamiento perturbador o enojado, TDAH, o incluso un trastorno de aprendizaje.

Hay muchos tipos distintos de ansiedad, la cual es una de las razones por las que puede ser difícil de detectar en el salón de clases. Lo que todas estas cosas tienen en común, dice el neurólogo y antiguo profesor  Dr. Ken Schuster, es que la ansiedad “tiende a cerrar el cerebro”, lo que hace que la escuela sea difícil para los niños ansiosos.

Los niños pueden tener dificultades con:

Ansiedad por Separación:
 Es cuando los niños están preocupados acerca de estar separados de sus proveedores de cuidado. Estos niños pueden tener dificultad a la hora de dejarlos en la escuela y durante el día.

Ansiedad Social:
 Es cuando los niños son excesivamente cohibidos, haciendo que sea difícil para ellos participar en clase y socializar con sus compañeros.

Mutismo Selectivo:
Es cuando los niños tienen dificultad para hablar en algunos ambientes, como en la escuela frente al maestro.

Ansiedad Generalizada:
 Es cuando los niños se preocupan acerca de una amplia variedad de cosas cotidianas. Los niños con ansiedad generalizada con frecuencia se preocupan particularmente acerca de las presentaciones en la escuela y pueden tener dificultad con el perfeccionismo.

Trastorno Obsesivo Compulsivo:
 Es cuando las mentes de los niños están llenas de pensamientos estresantes no deseados. Los niños con TOC tratan de aliviar su ansiedad realizando rituales compulsivos como contar o lavarse las manos.

Fobias Específicas:
Es cuando los niños tienen un miedo excesivo e irracional de cosas particulares, como tener miedo de los animales o las tormentas.

Aquí hay algunos consejos para reconocer la ansiedad de los niños en la escuela, y qué puede estar causándola.

Falta de atención e inquietud

Cuando un niño se está retorciendo en su asiento y no está prestando atención, tendemos a pensar que es TDAH, pero la ansiedad puede ser también la causa. Cuando los niños están ansiosos en el salón de clases, podrían tener dificultad para enfocarse en la lección e ignorar los pensamientos preocupantes que sobrecogen sus cerebros. “Algunos niños pueden parecer estar realmente enfocados en algún momento, pero pueden rápidamente desenfocarse, dependiendo en qué los esté haciendo sentirse ansiosos”, dice el Dr. Schuster. “Eso parece falta de atención, y lo es, pero está siendo desencadenada por la ansiedad”.

Problemas de asistencia y niños demasiado apegados

 Podría parecer ausentismo escolar, pero para los niños a quienes la escuela les representa una gran fuente de ansiedad, el negarse a ir a la escuela es también muy común. Los índices de niños que tienden a negarse a ir a la escuela tienden a ser más altos después de las vacaciones o de los días de enfermedad, porque los niños tienen mayor dificultad para regresar después de algunos días fuera.

Ir a la escuela puede también ser un problema para los niños que tienen dificultad para separarse de sus padres. Un poco de ansiedad por separación es normal, pero cuando los niños no se ajustan a la separación con el tiempo y su ansiedad hace que ir a la escuela sea difícil o incluso imposible, se convierte en un problema real. Los niños con ansiedad por separación también se sienten obligados a usar sus teléfonos durante el día para hablar con sus padres.

Comportamiento Perturbante

 Comportarse mal es otra cosa que podríamos no asociar con la ansiedad. Pero cuando un estudiante está pateando la silla del niño de enfrente compulsivamente, o tiene una pataleta cada vez que se ignora el calendario o un compañero de clases no está siguiendo las reglas, la ansiedad puede ser la causa. Similarmente, los niños que se están sintiendo ansiosos podrían hacer muchas preguntas, incluyendo preguntas repetitivas, porque se están sintiendo preocupados y quieren reconfirmación.

La ansiedad también puede poner a los niños agresivos. Cuando los niños se sienten molestos o amenazados o no saben cómo manejar sus sentimientos, su respuesta de pelea o huída para protegerse puede ponerse de manifiesto; y algunos niños tienen mayor tendencia a pelear. Ellos podrían atacar a otro niño o a un maestro, tirar cosas, o empujar un escritorio porque se están sintiendo fuera de control.

Problemas para responder preguntas en clase

Algunas veces a los niños les irá perfectamente bien con las pruebas y las tareas, pero cuando los maestros les preguntan algo en clase se quedan estancados. Hay muchas razones diferentes por las cuales esto puede suceder.

“En el pasado cuando era maestro, notaba que cuando tenía que llamar a alguien, o tenía que decidir de quien era el turno para hablar, era como que los niños ansiosos siempre tendían a desaparecer”, dice el Dr. Schuster. “El niño que está dispuesto hace contacto visual, te está dando algún tipo de presencia física en el salón, como diciendo ‘¡llámame a mí!’ Pero cuando los niños están ansiosos acerca de responder preguntas en clase, “ellos no harán contacto visual, podrían mirar hacia abajo y podrían comenzar a escribir algo aún si realmente no están escribiendo nada. Están tratando de romper la conexión con el maestro para evitar lo que los está haciendo sentir ansiosos”.

Y si los llaman, algunas veces los niños se ponen tan ansiosos que podrían congelarse. Ellos podrían haber estado prestando atención a la lección, e incluso puede que sepan la respuesta, pero cuando los mencionan, el nivel de ansiedad se vuelve tan alto que no pueden responder.

Visitas frecuentes a la enfermería

La ansiedad se puede manifestar en quejas físicas también. Si un estudiante está teniendo dolores de cabeza inexplicables, náuseas, dolores estomacales, o incluso vómitos, esos pueden ser síntomas de ansiedad. También lo pueden ser un corazón acelerado, palmas sudorosas, músculos tensos, y quedarse sin aliento.

Problemas en algunas materias

Cuando un niño comienza a tener dudas sobre sus habilidades en alguna materia, la ansiedad se puede volver un factor que se interpone en el aprendizaje o en mostrar lo que sabe. Algunas veces esto puede ser malinterpretado como un trastorno de aprendizaje cuando es realmente simplemente ansiedad. Sin embargo, la ansiedad también puede ir mano a mano con los trastornos de aprendizaje. Cuando los niños comienzan a notar que algo es más difícil para ellos que para los otros niños, y que ellos se están quedando atrás, es comprensible que se pongan ansiosos. El período anterior a que sea diagnosticado un trastorno de aprendizaje puede ser particularmente estresante para los niños.

No entregar la tarea

Cuando una estudiante no entrega su tarea, puede ser porque no la hizo, pero también puede ser porque está preocupada de que no es lo suficientemente buena. De la misma manera, la ansiedad puede llevar a que duden de ellos mismos; un niño ansioso podría borrar su trabajo una y otra vez hasta que haya un hoyo en el papel, y pasarse tanto tiempo en algo que nunca lo termine. Tendemos a pensar que el perfeccionismo es algo bueno, pero cuando los niños son demasiado autocríticos puede sabotear aún las cosas en las que están haciendo su mayor esfuerzo, como el trabajo escolar.

Usted también podría notar que algunos niños ansiosos comienzan a preocuparse acerca de las pruebas mucho antes que sus compañeros de clases y podrían comenzar a temer ciertas tareas o materias, o incluso la escuela misma.

Evitar la socialización o el trabajo en equipo

 Algunos niños evitarán o incluso se negarán a participar en cosas que podrían provocarles ansiedad. Esto incluye los desencadenantes de ansiedad obvios como dar una presentación, pero también cosas como las clases en el gimnasio, comer en la cafetería y hacer trabajo en grupo.

Cuando los niños comienzan a saltarse cosas podría parecer como si a sus maestros y a sus compañeros les agrada que ellos estén desinteresados o desempeñándose por debajo del promedio, pero lo opuesto puede ser cierto. Algunas veces los niños evitan cosas porque tienen miedo de cometer un error o ser juzgados.

 El Dr. Schuster destaca que cuando los niños se vuelven ansiosos en situaciones sociales, algunas veces tienen mayor facilidad de mostrar lo que saben a los maestros cuando estos los cuestionan de manera individual, lejos del grupo.

Fuente: Rachel Ehmke, de Child Mind Institute- EE UU.
Edición por Marie Martínez.