1- Identificar al alumnado.
Lo primero es conocer qué alumnos tienen necesidades educativas especiales en los grupos a los que va a dar clase. Para esto tiene varias fuentes de información: puede consultar al orientador que atiende a su centro,a los tutores de los grupos. Esos profesionales tienen la obligación de tener localizados a ese alumnado.
Todos los alumnos con necesidades especiales tienen un informe de evaluación psicopedagógica donde se explican sus necesidades y se ofrecen algunas pautas de intervención. Es obligación de los profesores tener conocimiento de esa información. Para Mutismo Selectivo esta información generalmente es escasa o no es conocida.
2- Hable con el tutor, tutora o profesores del año anterior.
El tutor y los profesores del curso anterior son una buena fuente de información de cómo es el alumno y de cómo orientar mejor la intervención con él.
3- Infórmese y fórmese (capacítese) si el alumno padece un trastorno.
Muchas necesidades especiales están asociadas a algún tipo de trastorno. Somos profesionales y estamos obligados a tener conocimientos a la altura de nuestra profesionalidad. En la mayoría de los trastornos habituales en la escuela, existen guías editadas para educadores hay que leerlas. En otros casos las necesidades están asociadas a condiciones de sobredotación intelectual. También existen guías y bliografía sobre el tema.
4- Entrevista a la familia.
Las familias de niños con necesidades educativas especiales tienen una preocupación añadida al resto de padres: si su hijo será atendido adecuadamente y si los profesores estarán a la altura. Cuanto antes entrevístese con ellos. Muestre interés por su hijo preguntándoles por sus necesidades y por cómo puede ayudarles desde el aula.
Para informarse sobre Mutismo Selectivo escribir un mail, detallando edad del alumno a:
mutismoselectivo.textos@gmail.com
Fuente: Jesús Jarque, pedagogo- España.
Edición de Marie Martínez- Argentina www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com