Entre una de ellas, el enfoque principal de algunas de mis sesiones individuales con padres con hijos con mutismo selectivo, es tratar de entender qué hacer en la vida cotidiana cuando el niño no está hablando. ¿Pedimos que el niño hable? ¿Permitimos que ese silencio se acumule? Cualquier paso que tomemos debe planearse cuidadosamente y aplicarse con cuidado porque, de lo contrario, anulará el propósito de desensibilizar y exponer al niño de la situación.
A menudo hablo de congelar el momento, lo que significa que permitimos que el niño sienta esa ansiedad durante unos segundos y luego, como adulto, no respondemos por ellos. Reescribimos la oración nuevamente al niño, permitiéndole responder como en frente a alguien mas.
Es una actividad paulatina de escala de autoconfianza para hablar.
(Próximamente publicaré en detalle esta técnica a trabajar por los padres en estas situaciones- esten atentos)
Fuente: Anna Biavati- Especialista en MS- Terapeuta del habla- Escocia
Edición y adaptación al español por Marie Martínez www.mutismoselectivo-textos.blogspot.com
