Jamás el silencio se siente tan abismal como verlo en un hijo.
Jamás la crueldad se apodera tanto de un ser como la palabra atrapada,
reprimida, temerosa y oculta.
Jamás las dudas de madre se sienten tan profundas en el corazón
que se desgarran desangradas gritando por dentro, también reprimiendo.
Jamás se podrá lograr que no duela la falta voz, de grito y de libertad.
Edición de Marie Martínez- Argentina- https://mutismoselectivo-textos.blogspot.com/
Imagen web, de la Sirenita cuando pierde la voz.